Incluso el nombre tenía que ver con sus trabajos comunes: “Los universitarios”. Nazario Zabaraín, Pablo López, Álvaro Cabas, Esteban Salas y Pedro García, hacían sonar el acordeón, la caja, la guacharaca e interpretaban las grandes canciones del vallenato, pero también sus propios temas.
Emiliano Zuleta y su hermano Alfonso estudiaban en Tunja y desde la capital boyacense viajaban con regularidad a la capital con el fin de sumar amistades, cantos y relatos.
El gran locutor Miguel Granados Arjona, en su programa “Rincón costeño” de Todelar los invitaba permanentemente y allí llegaban con sus mejores canciones.
Jaime Arturo Guerra Madrigal, promotor discográfico de amplio conocimiento musical y con oído para las canciones, le llamó la atención aquella alegría de estos jóvenes y entonces los invitó a grabar en Discos Orbe, de don Eduardo Calle.
Por aquellas calendas también estudiaba Jorge Oñate y visitaba regularmente la ciudad el acordeonero Emilio Oviedo.
El maestro Santander Díaz, director artístico y quien lanzara en CBS a Claudia de Colombia y a otro puñado de artistas, escuchó a Poncho y Emiliano y le gustó la sonoridad de sus temas. Los llevó a la multinacional, los presentó al equipo de trabajo y les arreglaron el estudio para realizar su primera grabación.
El encargado de la promoción era Alberto Suárez López. Luego de las grabaciones, masterización, mezcla, el elepé estaba prácticamente listo, pero había un problema: Alfonso “Poncho” Zuleta no había firmado el contrato con la disquera. Tan sólo lo había realizado Emilianito.
“Lo que hicimos fue adelantarnos e hicimos unas fotos con una reina de la Guajira y una modelo donde aparecía Emilianito tocando el acordeón, pero como Alfonso no firmaba, simplemente lo titulamos como “Mis preferidas” con Emilianito y su conjunto. Los temas, eso sí, los cantaba Alfonso, quien después de muchas llamadas, intentos, invitaciones, firmó el documento”, contó Alberto Suárez, rememorando aquellos años.