Este locutor, animador, programador, director y periodista, natural de Barrancabermeja, convirtió a Bucaramanga en la “capital del Vallenato”.
Más de 40 años metido en cabinas de radio. Enamorado como pocos del vallenato. Ya ni sabe a cuántos Festivales de la Leyenda Vallenata ha asistido como personaje, invitado por demás, por grupos vallenatos.
Tendría unos 18 años cuando ingresó al mundo de la radio, estudió Psicología, tema que le sirvió para entablar conversaciones con sus ídolos y descubrir innumerables facetas de sus vidas.
Casi todos los grupos vallenatos en sus grabaciones han dejado impreso el saludo para este presentador de estrellas. “Todos, menos Diomedes Díaz, por ser admirador de El Binomio de Oro”, comentaba Julio César en un encuentro en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Cantantes, compositores, arreglistas, músicos, promotores, gente de la industria discográfica y colegas han pasado por sus programas.
Hizo parte de la cadena “La Vallenata” de Caracol Radio, que, aunque comenzó con una emisora en Bogotá en 1995, llegó a Bucaramanga en el 2001 y fue un suceso artístico del momento: 24 horas de emisión de paseos, merengues, puyas y sones fueron para Julio César Galvis un hecho como haber llegado al cielo de acordeones.
Por sus micrófonos han pasado figuras como Alfredo Gutiérrez, Diomedes Díaz, Rafael Orozco –con quien jugaba fútbol y compartía tarima en sus presentaciones--, Israel Romero, Patricia Teherán –con quien hablaba muy seguido--, Los Embajadores Vallenatos, Los Chiches Vallenatos, Los Hermanos Zuleta, Jorge Oñate, pero otros también como Raúl Santi, Claudia de Colombia, Los Melódicos, Wilfrido Vargas y Joe Arroyo, entre otros.
Sintió como pocos la llegada del llamado “vallenato de la nueva ola” porque según él, se desplazó lo clásico y se perdió la esencia pura que tenía el ritmo de la Provincia de Padilla.
El gusto por la música vallenata nació en su casa donde su padre contrataba conjuntos vallenatos para las diversas actividades sociales que hacía, los oía cantar en el patio e imaginaba que estaba en Valledupar en una parranda.
Un vecino le dedicaba “Anhelos”, la mítica una canción interpretada por Alfredo Gutiérrez y ese romanticismo le llamó poderosamente la atención.
Con el locutor costeño Alfonso Quintero se dieron a la tarea de convertir a Bucaramanga en la “capital del Vallenato”. “A la ciudad venían estudiantes de la costa a terminar sus carreras universitarias, organizaban sus parrandas y eso nos gustó.
Entonces comenzamos a traer la música de allá y la emitimos en los programas hasta el punto que, poco a poco, ya la gente cantaba las canciones en las calles”.
Su amistad con los grabadores Pedro Muriel de Discos Fuentes y Darío Valenzuela de Codiscos hizo que las menciones fueran más seguidas.
De esta forma tenían asegurada la sonada en Bucaramanga, a quien Julio César Galvis ya le consideraban como un precursor del vallenato.
Un político, con el mismo nombre, capitalizó los saludos en su carrera por el sitial que pretendía.
Hoy se siente orgulloso de su tarea en pro del vallenato.
La generación que tiene entre 40 y 50 años nació y creció escuchando las canciones, oyó las historias de Julio César y consideró, en alguna oportunidad, viajar a Valledupar para estar en el Festival.
La canción que más le ha gustado a Julio César Galvis es “Momentos de amor” del médico Fernando Meneses Romero.
Para Julio César Galvis la llegada del reguetón y la música popular le quitaron espacio radial al vallenato. “Es una gran pérdida”, comentó en una entrevista para el Canal Tro.
--¿Sabe qué me gustó que me saludaran tanto en los vallenatos? Que hicieron de Bucaramanga un sueño, todos la querían así no hubieran estado un minuto, porque siempre fue “la ciudad bonita”.